En el capítulo 24 del evangelio de Mateo, en el versículo 3, hablando de los últimos tiempos, los discípulos le preguntan a Jesús lo siguiente: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
En los ambientes cristianos, éstas son preguntas recurrentes que nos venimos haciendo desde entonces los creyentes, a las que se han dado respuestas para todos los gustos y colores del arco evangélico. Sin duda son todas ellas cuestiones que se prestan a la especulación, generando toda clase de controversias y polémicas en las que no es mi intención entrar aquí.
Una de esas cuestiones es la que hace referencia a la primera parte de la pregunta “¿cuándo serán estas cosas,…”. Me llamó la atención al respecto lo que dijo un creyente por internet, hablando de los últimos tiempos. Según decía, él conocía el día y la hora de la venida del Señor. Como he dicho, me llamó la atención esa afirmación porque Jesús mismo, en Mateo 24:36 dice: Pero el día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. y el 37 dice: Mas como en los días de Noé será la venida del Hijo del Hombre.
La respuesta que nos da Jesús en el 36, no deja lugar a dudas, pues es una respuesta clara y contundente. Dijo que nadie lo sabía excepto su Padre, pero lo que añadió a continuación sí nos puede aportar algo más de luz y en eso me quiero centrar, vayamos, pues, a recordar qué pasó en los días de Noé:
En Génesis 6:5-7 dice: Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
Notemos que la violencia en la tierra y lo que aparenta estar mal en la tierra, no es culpa de la tierra; es culpa de los hombres. La tierra es buena. Fijémonos que la primera intención fue destruirlo todo. Pero luego vemos que no fue así, en el V.8 dice que Noé halló gracia ante los ojos de Jehová y decide volver a empezar, y más adelante en el V.14 comenzó a decirle que construyera un arca y empezó a darle los detalles…y la construyó.
Es importante resaltar que Jehová encontró solo un justo en medio de una generación perversa, Noé. En el Cap.7:1 dice: Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.; en el tiempo de Mateo al que encontró justo fue a Jesús, el Cristo. Uno. Él es la justicia de Dios. Uno solo, como en los tiempos de Noé, el único que fue declarado justo junto con su familia. ¿Y qué pasó?, pues que los que creyeron fueron guardados, pero los otros, los impíos perecieron en las aguas.
Volvamos ahora a Mateo 24:
38Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo (¿Quiénes estaban comiendo y bebiendo en el día del diluvio? ¿Los impíos o los justos? Los impíos, los justos fabricaban el arca.), casándose y dando en casamiento, (¿Quiénes se estaban casando y dándose en casamiento, los impíos o los justos? Los impíos) hasta el día en que Noé entró en el arca, (¿Quiénes entraron en el arca, los impíos o los justos? Los justos) 39y no entendieron hasta que vino el diluvio (¿Quiénes no entendían, los impíos o los justos? Los impíos) y se los llevó a todos, (¿A quiénes se llevó el diluvio, a los impíos o a los justos? A los impíos.) así será también la venida del Hijo del Hombre.
40Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. (¿El impío o el justo? ¿Cuál es el sujeto? ¡El impío! Es el mismo tema, no ha cambiado. Como en los días de Noé) 41Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, (¿Quién va a ser tomada? ¡La impía!) y la otra será dejada. (Igualito que en el día de Noé. La justa no fue tomada, fue guardada. Ojo: no estoy anulando el arrebatamiento, de ninguna manera. Será porque así está escrito. Sólo estoy reorganizando tu mapa).
Se puede pensar lo que se quiera, pero aquí no se está dando ninguna interpretación extraña, sólo estamos leyendo la Biblia como ella está escrita. A la gran mayoría de nosotros se nos enseñó sólo los versos 40 y 41, que los que se iban eran los buenos. Lo dejo aquí, saca tus propias conclusiones, ahora sabes a qué hemos venido a este planeta. ¡Hemos venido para recuperar lo que se había perdido! ¡Que el Señor te bendiga!